
La Finquita nació del sueño de un joven colombiano que llegó a Estados Unidos con la ilusión de ser empresario

Nuestra historia
¡Sabores de casa!
La Finquita nació del sueño de un joven colombiano que llegó en el año 2000 a Estados Unidos con la ilusión de salir adelante por sus propios medios.
Jorge Vargas, en el 2007 con solo 28 años, ya dominaba el segundo idioma, estaba pronto a graduarse y se acercaba a una década de trabajo como mesero y manager de en un restaurante americano. A pesar de estos logros Jorge aún deseaba cumplir su sueño de formar empresa.
Después de varios intentos y muchos aprendizajes, Jorge encontró su camino en la industria de los lácteos. Su primer producto fue el Quesito colombiano: ese queso de textura fina que, tras pasar por los brazos de un molino, suele servirse sobre una arepa caliente con mantequilla; un producto esencial en las mesas de las zonas montañosas de Antioquia y el eje cafetero.
Como en todo emprendimiento, los comienzos fueron difíciles. Sin embargo, gracias a su perseverancia y al apoyo incondicional de su esposa, Ana María —quien estuvo allí en cada paso, compartiendo el cansancio, la ilusión y el esfuerzo diario— Jorge logró llevar esta receta tradicional paisa a los mercados del área tri-estatal (NY, NJ, CT) en Estados Unidos.
La gran acogida del producto entre la comunidad hispana y otras culturas con tradiciones gastronómicas similares motivó a la pareja a seguir creciendo. Así nació un portafolio que hoy incluye arepas, chorizos, yogures y kumis, elaborados con ingredientes naturales y sabores auténticos. Con el paso del tiempo, La Finquita también incursionó en la distribución de productos colombianos, especialmente aquellos que nos transportan a la infancia.
Gracias a la tenacidad de Jorge y Ana, al compromiso incondicional de sus empleados y al apoyo genuino de personas valiosas que han creído en este sueño, el corazón de La Finquita late cada vez más fuerte, llevando a tu mesa sabores de casa, recetas tradicionales e ingredientes naturales que conectan a muchos con su tierra y sus raíces.




